Eso es lo que me pregunto: la hipocresía es el aceite de la civilización, ser educado comporta saber fingir; todos agradecemos que el vecino nos mienta con una sonrisa que enmascara su humor matinal, tan negro como natural, nos escandalizamos cuando alguien dice las cosas con honestidad brutal, no lo soportamos, no lo queremos ver.
Albert Camús dice en "El extranjero": ¿Qué dosis de verdad puede soportar un hombre?
Todos necesitamos creer en algo, ya sea en un "ser superior" (llamase Dios, Buda, Mahona, o Cacho, da igual), desde que le hombre esta inmerso en sociedad que necesita de una creencia en alguien o algo, o en las personas, en un hombre, en una mujer, en un institución reguladora, da igual. Pero es más que valido, ¿no?, por que eso implica vulnerabilidad, y nos hace un poco más humanos. Ese es el quid de la cuestión, creo...
Me quedé pensando en la necesidad de una honestidad brutal... es necesaria? No siempre, no siempre que conduzca a la superación del individuo. No todos son capaces de ver su posibilidad de ser perfectibles. Por eso, mejor ser tolerantes y hablar lo justo y lo necesario. Ahora, si vemos en aquel un diamante en bruto, es obligación nuestra desbastar el carbunclo para que su luz lo pueda guiar solo.
Creer. Creer es también postergar la resolución de la pregunta más esquiva para el hombre: Porqué existimos? No ha nacido el hombre que haya develado la incógnita. Por lo tanto, que crea quien quiera.
A mi me gusta la Honestidad Brutal, me hace imaginar que siento las aristas de la verdad, me hace reir decir y escuchar las cosas de la forma más directa, sin metáforas innecesarias, sin ornamentos, sin rodeos diplomáticos, oportunas concesiones ni confortables omisiones. Antes creía que, además de gustarme, la Honestidad Brutal era el mejor camino hacia el entendimiento, pero la experiencia me ha demostrado que casi siempre decir las cosas por su nombre arma quilombo y todos terminan diciéndome que "la forma hace al significado, y esa no es forma de decir las cosas!".
Riggy, mi único ahijado de Confirmación!! pero vos no dejás que te guíe en lo espiritual, aferrándote a los credos ancestrales que te impiden ver que sólo somos comida! Un abrazo.
El hombre de ciencia sabe que es difícil y hasta tal vez imposible comprobar la verdad. No considera sus opiniones en ningún momento como dogmas inalterables, sino como las más próximas a la verdad de acuerdo con la evidencia disponible hasta entonces. Mis opiniones han sido formuladas siempre dentro de este espíritu. Estoy dispuesto a abandonar cualquiera de ellas, siempre y cuando se me presenten pruebas convincentes que me demuestren su falsedad, pero no estoy dispuesto a modificar ni una sola sólo por miedo a sufrir castigos o por la esperanza de medrar en el mundo.
B RUSSELL
He descubierto que cuanto más trabajo, más suerte tengo.
11 comentarios:
Bueno, algunos tenemos una imposibilidad psíquica o como se diga para no creer.
Eso es lo que me pregunto: la hipocresía es el aceite de la civilización, ser educado comporta saber fingir; todos agradecemos que el vecino nos mienta con una sonrisa que enmascara su humor matinal, tan negro como natural, nos escandalizamos cuando alguien dice las cosas con honestidad brutal, no lo soportamos, no lo queremos ver.
Albert Camús dice en "El extranjero": ¿Qué dosis de verdad puede soportar un hombre?
Todos necesitamos creer en algo, ya sea en un "ser superior" (llamase Dios, Buda, Mahona, o Cacho, da igual), desde que le hombre esta inmerso en sociedad que necesita de una creencia en alguien o algo, o en las personas, en un hombre, en una mujer, en un institución reguladora, da igual. Pero es más que valido, ¿no?, por que eso implica vulnerabilidad, y nos hace un poco más humanos. Ese es el quid de la cuestión, creo...
Atte.
Dalma.-
Creer es indispensable para entender. gracias por la visita, Dal.-
Yo creo inevitablemente en muchas cosas, ahora bien, creo que no entiendo nada, jajajajjaja.
De nada Pau, un placer.
Dalma.-
:)
Me quedé pensando en la necesidad de una honestidad brutal... es necesaria?
No siempre, no siempre que conduzca a la superación del individuo.
No todos son capaces de ver su posibilidad de ser perfectibles.
Por eso, mejor ser tolerantes y hablar lo justo y lo necesario.
Ahora, si vemos en aquel un diamante en bruto, es obligación nuestra desbastar el carbunclo para que su luz lo pueda guiar solo.
Creer. Creer es también postergar la resolución de la pregunta más esquiva para el hombre: Porqué existimos?
No ha nacido el hombre que haya develado la incógnita. Por lo tanto, que crea quien quiera.
PD: Me fascina Dalí.
A mi me gusta la Honestidad Brutal, me hace imaginar que siento las aristas de la verdad, me hace reir decir y escuchar las cosas de la forma más directa, sin metáforas innecesarias, sin ornamentos, sin rodeos diplomáticos, oportunas concesiones ni confortables omisiones.
Antes creía que, además de gustarme, la Honestidad Brutal era el mejor camino hacia el entendimiento, pero la experiencia me ha demostrado que casi siempre decir las cosas por su nombre arma quilombo y todos terminan diciéndome que "la forma hace al significado, y esa no es forma de decir las cosas!".
Yo creo en Dios Padre, Hijo y Espíritu Santo. Amén!
Y vos sos mi padrino de confirmación!
Amén, Amén!
Riggy, mi único ahijado de Confirmación!! pero vos no dejás que te guíe en lo espiritual, aferrándote a los credos ancestrales que te impiden ver que sólo somos comida!
Un abrazo.
somos comida, que ya es mucho!
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